Una fiesta porque SÍ

Asiduamente encontramos problemáticas comunitarias en las que están involucrados los jóvenes de la misma comunidad. El conflicto más común es el expuesto en el segundo caso de roll-playing en clase, dónde los mismos jóvenes hacen de un elemento común (Parque, plaza, local…) su territorio. En este caso se trata de la plaza de la Vila, dónde los chicos se reúnen normalmente para consumir hachís.

El propósito de la educadora social es integrar a estos chicos a la comunidad, hacer que formen parte de ella de manera cohesiva con el resto de personas.

Partiendo de las propuestas dadas en clase (organización de actividades lúdicas para los chicos), me gustaría desarrollar mi posible solución. Creo que como expuse en clase, en ocasiones es necesario no focalizar una problemática a un solo colectivo. Este hecho puede fragmentar e incluso debilitar a la propia comunidad ya que se determina a los ‘Buenos/Malos’, incrementando así los enfrentamientos.

 

A veces es más apropiado plantear actividades y dinámicas comunitarias sin establecer explícitamente el objetivo a conseguir en la comunidad (cohesión, sentimiento de pertenencia), ya que el hecho de realizar sin imposición o por normativa hacen que se den acercamientos voluntarios y muy interesantes.

Por este motivo, como en un barrio de mi ciudad con la misma problemática, propondría realizar una fiesta al mes en la propia plaza. Allí se ofrecería comida, bebida, música… que aporte la misma comunidad. Lo importante es encontrar un entorno y ambiente informal donde potenciar la humanidad e interés general.